¿Quieres saber lo que me faltaba en mi metodología?

¿Quieres saber lo que me faltaba en mi metodología?

Estoy absolutamente segura que el manejo del tiempo es lo más importante que puedes aprender para lograr aquello que sueñas y el único recurso que no puedes recuperar. 

Y sí, como lo oyes: lo más importante, aprende a manejar tu tiempo, te hace estratega y libre. Te hace feliz al tener la satisfacción de que fuiste realmente útil y lograste lo que querías cada día. 

Siempre me pregunté por qué la gente a mi alrededor no veía lo que yo veía. Cómo no podía internamente separar y organizar actividades en bloques y organizarlas como tareas, así como yo lo hacía.

El ejemplo más claro fue cuando estudiaba arquitectura.

Yo me preguntaba: ¿Por qué todo el mundo amanece trabajando, siempre entrega tarde sus proyectos y limita su vida social para poder terminar su trabajo?

Era algo que no entendía y veía como se repetía en cada uno de mis compañeros, pero nadie hacía nada para mejorarlo.

Y así fue que comencé a analizar lo que pasaba a mi alrededor. 

Ya desde el primer semestre de mi carrera, me di cuenta de que así no era como yo quería vivir esta etapa universitaria, y decidí hacerlo de una manera diferente. 

SER diferente.

Analice a mis compañeros y comencé a darme cuenta de varios patrones de conducta que los resumí en una lista de 9.

  1. Falta de Claridad = No tener objetivo.
  2. Pérdida de tiempo = Procrastinación.
  3. Falta de toma de decisión = Liderazgo no definido. 
  4. Falta de planificación y organización = Ausencia de un plan de acción. 
  5. Trabajar bajo presión= Falta de foco.
  6. No Anticipar.
  7. No Analizar. 
  8. No pedir ayuda.
  9. No aprovechar el tiempo y los recursos.

Estos fueron los patrones que noté en mis compañeros. 

Inmediatamente, comencé a trabajar con locura en mí. Luego del primer semestre, ya tenía conocimiento de estos temas, que me ayudaron durante mi camino como estudiante en los siguientes 5 años.

Estos son los conocimientos que he seguido perfeccionando a lo largo de mi vida de una manera consciente y consistente.

Logré terminar mi carrera, entregando cada asignación a tiempo, durmiendo horas normales, viajando y ayudando a mis amigos con mi tiempo extra.  

A menudo me veían ayudando a terminar las maquetas de mis compañeros.

Luego de terminar mi carrera decidí mudarme. Solo 3 meses después de comenzar a trabajar en un país nuevo me convertí en Gerente de Proyecto en arquitectura gracias a mi poder de organización y ser una estratega de mi tiempo.

Poder ver el tiempo como una herramienta que nos permite medir cada movimiento y los cambios que necesitamos implementar para lograr un objetivo es una habilidad invaluable. 

Aquí no estoy hablando de organización de cosas. De hecho soy una “Desordenada en recuperación”. 

Aquí hablo de organización de tu tiempo, de tus minutos y segundos, de una manera que trabaje a tu favor y no en tu contra. 

Donde el tiempo se convierte en la herramienta con la que calculas tu movimiento. Donde cada hora es un fragmento de tus cambios en tu vida.  

También como gerente vi los mismos patrones de conducta en mis amigos y mis colegas:largas horas de trabajo y retrasos en cada proyecto, lo que solo generaba estrés, ansiedad y frustración. 

Mientras, mi filosofía seguía siendo: yo termino a tiempo y con calidad.

Así decidí compartir estos conocimientos sobre cómo manejo mi tiempo con mamás emprendedoras para que pudieran mejorar sus vidas y crear armonía y satisfacción en sus vidas y proyectos. 

Por eso, diseñé una metodología sencilla de 4 pasos donde enseño a ser dueñas de nuestro tiempo, organización paso a paso, siempre conectadas con el poder interno para crear un legado con armonía y cumpliendo metas.

Durante dos años y medio he sido mentora de organización y planificación de docenas de mujeres emprendedoras. 

Juntas hemos investigado cómo enseñar esta visión del tiempo de la mejor manera. Muchos casos de éxito y muchas transformaciones han pasado a lo largo de estos dos años.

Pero sentía que algo me faltaba en la fórmula. 

Sentía que no todas las personas veían la importancia, ni la necesidad de aprender a manejar el tiempo en sus vidas. 

No veían como la vida pasaba por ellas. Así dejaban que otros fueran dueños de sus vidas y tiempo. 

Por eso seguí investigando y me di cuenta de que le faltaba un último punto a la lista para tener la fórmula correcta.

 El punto 10 de la investigación que se convierte en el primero paso de mi metodología.

        10. No me doy la oportunidad = No me creo merecedor de = no puedo = tengo miedo a.

¿Y si cambiamos a “sí me doy la oportunidad”?

Así vemos que nos damos la oportunidad de aprender, de tener tiempo, de ganar. Pero sin esa decisión, no hay aprendizaje que valga.

Oportunidad es:

La clave de los cambios y es lo que mis clientas se han regalado a ellas mismas, la oportunidad de…

Ser libres.

Sentirse satisfechas de sus logros.

De pedir ayuda.

De crear armonía.

De crear sueños.

De creer en lo imposible.

De crear esperanza.

De creer en posibilidades.

Y lo más importante: de confiar en ellas. 

Creando un superpoder que las hace constructoras y creadoras de su realidad

Así la vida no pasa por ellas.

Así se transforman en las arquitectas de sus vidas.

Por eso digo que el tiempo es una herramienta en tu vida que mide cada momento. Es decir, mide el cambio y el movimiento. Siendo cada momento el ahora y el ¨Now¨ donde te das la oportunidad de lograr lo que sueñas.

Usa el tiempo como una herramienta y date la OPORTUNIDAD en este instante.

Tú también puedes.

Hoy te pregunto:

¿Te das la oportunidad?

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